Ir al contenido principal

El mito de Sísifo en la ciencia española

Sísifo

 
    Sísifo, según la mitología griega, hizo enfadar a los dioses por su extraordinaria astucia. Como castigo, fue condenado a perder la vista y a empujar perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba, para que, justo antes de llegar a la cima, volviese a caer rodando hasta el valle, donde debía recogerlo y empujarlo de nuevo hasta la cumbre, repitiendo este frustrante y absurdo proceso indefinidamente. El mito de Sísifo es un ensayo filosófico de Albert Camus en el que discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida, presentando el mito de Sísifo como metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre. Para Emilio Muñoz, la situación de la ciencia en España evoca el mito de Sísifo.

    La Junta para la ampliación de estudios e investigaciones científicas (la JAE), fundada en 1907 (la estadounidense National Science Fundation, NSF, en 1950) y presidida por Santiago Ramón y Cajal para promover la investigación y educación científica, consiguió que la ciencia y las humanidades españolas tuvieran reconocimiento internacional. En 1910 fundó la Residencia de Estudiantes, uno de los centros más productivos de intercambio científico y artístico de la Europa de entreguerras. Entre sus residentes, García Lorca, Dalí, Buñuel y Severo Ochoa; entre sus vistantes, Einstein, Paul Valéry o Marie Curie. Pero el espíritu de la JAE no gustaba a los que apoyaron el golpe de Estado del 36, y fue desmantelada en 1939 tras la derrota republicana en la Guerra Civil. Franco creó, a partir de su estructura, el CSIC, pero su espíritu era diferente, incluso antagónico, y su función no fue desarrollar la ciencia. "Liquidamos, por tanto, en esta hora, todas las herejías científicas que secaron y agostaron los cauces de nuestra genialidad nacional y nos sumieron en la atonía y la decadencia. Nuestra ciencia actual, en conexión con la que en los siglos pasados nos definió como nación y como imperio, quiere ser ante todo católica" decía su fundador, José Ibáñez Martín. El CSIC fue heredero material de la JAE, pero no intelectual. A Sísifo se le escapa la piedra por primera vez.

    El cambio ministerial en los sesenta y el abandono del modelo autárquico supusieron un leve repunte, pero la ciencia siguió estancada durante el resto de la dictadura. Sin embargo, el CSIC y la Residencia de Estudiantes contribuyeron a articular el espíritu de la Transición, identificándose más con la JAE de Ramón y Cajal que con el CSIC de Ibáñez Martín. El CSIC es ahora una agencia estatal que investiga en beneficio del progreso científico y tecnológico, abierta a colaboraciones españolas y extranjeras. Es la mayor institución pública de investigación en España (séptima del mundo) y, junto al resto de las OPI (Organismo Público de Investigación) y universidades, mantiene la investigación española entre las diez mejores del mundo. Hasta 2008 la inversión en I+D fue aumentando progresivamente, invirtiéndose la tendencia a partir de entonces. Cambios de competencias de los ministerios de ciencia, incluso su desaparición durante 2011-2018, muestran el desisterés por considerar la ciencia pieza fundamental del desarrollo social y económico, y dejaron la inversión muy lejos del pretendido 2% para 2020. A Sísifo se le escapa otra vez.

    Tenemos de nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación, con un ministro sin militancia política previa y con formación y carrera científica, que ha llevado a consulta popular la nueva Ley de Ciencia, promueve una carrera investigadora estable (o así lo anuncia; hablaremos de ello), agilizará la burocracia, y que pretende conseguir el objetivo europeo del 3% en inversión en I+D para el 2030. Espejismo o no, parece que Sísifo a comenzado a empujar la piedra de nuevo. ¿Volverá a caer?

 

Imagen de cabecera: "Sísifo", de José de Ribera (fuente: Wikipedia Commons).

Lectura recomendada: 

"40 años en búsqueda de equilibrio, y el mito de Sísifo". Emilio Muñoz. El País (2015).
 


Comentarios

Entradas populares de este blog

El impacto del confinamiento en las investigadoras II

       Para conocer la percepción sobre esta posible brecha de género que la pandemia podía estar generando en la comunidad investigadora española, saber si la desigual carga de cuidados y de tareas domésticas podía estar afectando negativamente a la producción científica de las investigadoras en nuestro país, y averiguar el impacto que el confinamiento durante el Estado de Alarma con motivo de la pandemia de COVID-19 ha podido tener en su conciliación personal, familiar y laboral, la Unidad de Mujeres y Ciencia (UMyC) y con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) elaboró un cuestionario telemático, dirigido al personal investigador de los Organismos Públicos de Investigación (los OPI) entre el 2 y el 17 de julio de 2020. En él participaron 1.563 personas de manera anónima y voluntaria, de las que un 58% eran mujeres y un 42% hombres; se obtuvo información sobre la edad, el sexo, el perfil investigador y datos sociodemográficos de las perso

Día Internacional de las Niñas en las TIC

     El Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (las TIC) fue decidido en 2010 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que es el organismo de Naciones Unidas especializado en telecomunicaciones cuyo objetivo es estimular las vocaciones tecnológicas en las niñas y jóvenes, así como disminuir la brecha digital de género.      Estudios de Naciones Unidas y la Comisión Europea sobre la brecha de género alertan de la importancia de que las niñas y las mujeres sean creadoras de tecnología y no solo consumidoras, de ahí la trascendencia de motivar y estimular a las niñas para que estudien carreras tecnológicas.      Debemos luchar por superar los estereotipos de género que desaniman a las niñas para inscribirse en cursos o carreras de ciencia y tecnología desde una edad muy temprana, estereotipos reforzados a través de la familia, la escuela, los medios de comunicación y en la sociedad en general. La falta de acceso de niñas y mu