Como recoge Cristina Pérez en su artículo "La brecha de género en la ciencia se mantendrá mientras siga dominada por una visión masculina" para www.rtve.es, Antonio Mateos, de la Universidad de Castilla-La Mancha, opina que la menor visibilidad de las mujeres científicas se debe a que sus hallazgos y descubrimientos "han sido usurpados por sus superiores, maridos y otros compañeros de investigación" [1]. El premio Nobel solo ha sido otorgado a un 5% de mujeres, y baja al 3% en sus categorías científicas. Además, cuando se premia a científicas, el galardón suele compartirse con colegas varones. Según Mateos, "los arquetipos derivan en mitos y estos en los estereotipos de género que aún perduran, luego el patriarcado representa la legitimación científica de la discriminación; con la ciencia y la cultura, el varón ha controlado la naturaleza, y a la propia mujer como un factor más" [1].
Que el trabajo de las investigadoras no está suficientemente reconocido se refleja también en otros premios. Así lo evidencia el estudio "Las mujeres en los premios científicos en España 2009-2014" [2] de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) para la Unidad de mujeres y ciencia (UMyC), que analizó la presencia de mujeres en los 37 premios académicos y científicos más reconocidos. Según el informe, así como en los premios académicos hay una presencia equilibrada entre hombres y mujeres, en los premios científicos las mujeres solo representan el 17,63% de las personas premiadas, y además, este porcentaje desciende a medida que aumenta la cuantía del premio, alcanzando un mero 7,14% de los premios con una dotación económica mayor de 100.000€. El estudio también destaca la baja representación femenina en los jurados de los premios, alcanzando sólo un 21,71%.
Los roles de género impregnan todos los formatos de transmisión cultural (cuentos, cine, videojuegos, ...). Pero las vocaciones científicas de las chicas se pueden despertar aumentando la presencia femenina en el cuerpo docente. Un estudio concluye que la brecha de género en las notas de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (las CTIM, equivalente en castellano de las STEM) desaparece si las clases son impartidas por profesoras. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), más de la mitad del alumnado universitario de España son mujeres, pero en ciencias, matemáticas e informática, las estudiantes representan solo el 30% y en ingeniería el 23%.
Mateos ve prioritario "promover una mayor participación de las mujeres en la ciencia, aumentando las vocaciones de niñas y jóvenes" y allanar el camino para que "las investigadoras no encuentren dificultades por ser mujeres" [1]. Propone realizar actuaciones docentes creativas, participativas y estimulantes desde las primeras etapas escolares, para que todo el alumnado se interese por las carreras CTIM y conozca la contribución de las mujeres a la historia de la ciencia y la tecnología.
Maestras, profesoras e investigadoras son motores de cambio y ejemplo para las niñas. Mateos dice que "la brecha de género se mantendrá mientras la ciencia siga dominada por una visión masculina, y los hombres no abandonen su territorio de confort histórico que les favorece". A su juicio, mantener esta discriminación "no solo es un grave perjuicio que afecta a la igualdad, sino también a la excelencia y al rendimiento económico de un país". Y es que no tener en cuenta a la mitad de la problación mundial supone perder la mitad de la capacidad intelectual y creativa.
Imagen de cabecera: Ilustración de Vidhya Nagarajan.
Referencias:
- [1] Antonio Mateos. "La brecha de género en el ámbito de la ciencia: ¿qué factores han influido y cómo podemos intentar remediarla?". Panorama Social 27, primer semestre, 2018.
- [2] Informe "Las mujeres en los premios científicos en España 2009-2014", de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT).
Comentarios
Publicar un comentario